Y que nadie grite ole.

Camino por la calle
y voy flipando al respecto
de la gente que abarrota
sus centímetros cuadrados,
sus baldosas,
coreografiadas sus trayectorias como en un tablao.
Es flipante su jaleo de multitudes
su taconeo de señoras
sus invisibles remates entre:
las obras,
los semáforos,
las varillas de los paraguas,
los niños,
las ruedas de sus cochecitos...

y que nadie grite ole.

Una gitana urbana está que regula el tráfico:

Miralá cara a cara, que es la primera...

La velocidad de lo que viene
aunque uno nunca vaya a ningún sitio.

La Plaza de España parece un encierro
miles de sanfermines simultáneos,
superpuestos...
quiero cruzar la Estafeta
que aquí se llama Princesa,
no hay momento.

Pobre de mí...

2 comentarios:

  1. A eso se le denomina Madrid en hora punta

    ResponderEliminar
  2. Y encima te encuentras con un raro que te acosa, y tú, estoicamente aguantas, sólo puedo decir una cosa, intentaré ser más lógico menos gilipollas, gracias por tus versos y tu educado aguante.

    ResponderEliminar

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...