Marrón.


No veo lógico que la selección de España de baloncesto pierda con unos australopithecus,
pero no es por eso por lo que no ocurre ese suceso,
sino porque no hay, que se sepa, australopithecus que jueguen a basketball
(ni que no jueguen, se supone, aunque quién soy yo para aventurarme en eso).
Quiero decir que mi opinión suele ser irrelevante, por disparatado que pueda parecer este argumento.
No tengo ni la menor idea de quién soy, ni de nada, y me comporto como puede hacerlo una molécula,
o un grano de polen sobre un vaso de agua. Hubo un sociólogo
al que hoy se venera como a un hombre de ciencias, Brown, quien definió un movimiento inesperado.
Y hoy yo digo:
¿Quién es el guapo que no se mueve porque no quiere? ¿Quién sabe hacia dónde va? ¿Quién se detiene?
¿Hay por aquí algún inmortal?
¿Cómo piensas ganar a baloncesto a un australopithecus, si no quiere jugar?

2 comentarios:

  1. Era botánico, no sociólogo.
    Tu tía.

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  2. Querida tía, con la cantidad de vegetales que hay en la sociedad la botánica debería ser una rama de la sociología.

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