Esta es la época.

dibujo de Jordi Bernet

Quizá
esta sea la época
de gritar calamar gigante
en cada verso,
de gritar kraken,
¡kraken!
¡KRAKEN!
hasta que la audiencia se entere de algo,
solo UN algo,
uno por uno,
medianamente profundo.
Esta es la época en la que todo
lo que sale a la superficie de los párpados
ha de ser superficial.
Ya no se ven elefantes
más que en el zoo,
ya no se ven calamares gigantes más
que en los documentales.
Pero ahora, con solo verlos ahí,
un escolar ha visto miles
de elefantes,
miles de elefantes repetidos,
miles de calamares gigantes,
uno, el mismo, siempre,
muerto, siempre
de diecisiete metros, siempre
con un japonés de gafas,
de bata blanca, a su lado.
Miles de maravillas muertas, ninguna viva
salvo todas las que hoy
pasan desapercibidas en la ciudad,
a un instante
de los párpados.

Yo no grito kraken.
Yo susurro siete y media de la mañana,
atasco en la M-30,
tornos repletos de la RENFE,
tren subterráqueo,
amor intensísimo sin conocerte.
Tetas de plástico.

La poesía se musita mientras el mundo grita isótopos,
guerra, terremotos,
revoluciones.

4 comentarios:

  1. Calamares gigantes, elefantes y tetas de plástico. Cosas que se ven en la televisión.

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  2. (me gustas un montón cuando te leo, y cuando lo escucho -en persona sólo una vez-)

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  3. Sigo sin leerte, pero entro aquí a disimular.

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  4. Ay ay, pues que haya más poesía. Tú lo has dicho, demasiadas cosas "vistas". Suerte que siguen habiendo poetas, como tú, que nos recuerdan la dicha del detalle.

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