este cáliz

si no veis a nadie, si os asustan
los lápices sin punta, si la madre
España cae -digo, es un decir-
salid, niños del mundo; id a buscarla!...

César Vallejo, España, aparta de mí este Cáliz




Los lápices sin punta ya no asustan, Madre,
habías de ver
en qué ha quedado todo.
Con la navaja abierta los jerifaltes siegan
lápices.
Desde que nacen los enmudecen, los alisan,
los crían impotentes, sin punta que amenace
ningún papel en blanco.

Los niños lloran solos en las cunas mientras los padres yacen
amordazados,
con máscaras sin ojos, sin oídos,
como bulbos que alimentaran otra flor.

Los lápices sin punta ya no asustan a nadie, es al contrario,
los llevan a escribir la misma frase
mil veces sobre lija hasta que ya no tienen mina,
ya no son lápices. No escriben nada.
Ya no hay dibujos, Madre, no hay ya letras
a ras de suelo,
y lo más preocupante, España,
ya no hay miedo.

Presumíes de ser buen mozu...




Uno, músico, poeta, líder de masas,
llega un momento en que no sabe
lo que saben los demás;
toca, escribe, esbabaya.
Trata de ahorrar, de estuprar nuevas criadas
por si llega de improviso la patada.

domingo, 6:34



Esta vez el ruido no despierta a nadie
nadie abre los ojos y se estira.
Nadie se levanta preguntándose
"ese estruendo, qué habrá sido".
Así que todos se quedan dormidos
en la carretera
donde no hace frío y amanece.
Las sirenas, los taladros,
los gritos. Teléfonos, fotografías.
Sin cuidado. Todos duermen.
Nadie sueña.

justo ahora

Bajo la lámina blanca de mi encimera
hay cientos de huevos de cucarachas,
no me lo niegues
aunque los veas.

No me lo niegues.

Bajo el desagüe
en los huecos de agua caliente incluso en invierno
tienen su hogar las ratas.
A veces, inexperta, alguna sale muerta del grifo.
Sé que lo sabes, pero callas
porque lo has visto.

Sé que lo sabes.

Hay miles de arañas detrás de mis ojos
tejiendo un telón de blanca muerte,
y tú, hijo, aún sigues diciéndome
que todo irá bien.

Hijo.

Veo tus lágrimas, no sé
justo ahora
olvidarlas.

Techos




Buscando un techo, el joven español
le preguntó a sus padres
y le dijeron: "búscate otro,
ya tienes treinta años."
Le preguntó a su jefe, quien le dijo
"yo te cobijo todo el día,
pero la noche te la pagas con tu sueldo."
Buscando un techo, el joven español
entró en un banco.
"Señor banquero, las noches son muy frías
y no tengo dinero para un techo;
tal vez, si yo se lo devuelvo poco a poco,
podría usted ayudarme".
Y el banquero, sonriendo, le repuso
"búscate un socio, cásate con él
y ya veremos".
Y el joven español así lo hizo y entre su socio y él
fabricaron un techo invisible para sus vidas
y, sobre éste,
el banquero construyó
su edificio.

Repámpanos eléctricos



Qué va una luz a ser vaga a la velocidad que va.
Y si la luz fuera vaga, poeta,
entonces tú...
Olbáp Anítroc, poeta anterior

Orgasmo de palabro metafísico
amor encarcelado en redecilla
mirada maliciosa aviesa abrupta
incorrección prosódica nenúfar.

(Esdrujuleo) de miércoles en jueves de comadres
iniciación (sabático)-julai del pensamiento
olvido involuntario autoindulgente
muerte del verso a manos del rectángulo.

Azúcar que te impide abrir el tarro
inerte mermelada de ciruela
cortada en cachos brunos contrahechos.

Sonrisa camuflada entre la loza
conducta deferente de barbarie
lujuria taparrabos piel y huesos

albatros extraviados,
reloj sin brújula.
Ridículo cristal hipoalergénico.

cómo te lo diría...



Los poetas mordemos la vida
y nos llenamos la boca de palabras.
Y tenemos que sacarnos de la boca los bocados
para poder masticarlos.

La vida, fuera de la boca, masticada,
eso es una metáfora.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...