Escribir




Escribir un río
sorteando las obvias rocas con vigor, 
sin freno,
al fondo divisando el mar
sin verlo, a saltos.
Sin saber cuál es,
ni cuán profundo,
poblado; agitado o sereno.

Escribir por ley de gravedad,
la mano accionando una palanca
levando la presa de la palabra.

Letras como lágrimas
que hubieran sumergido la mirada
por demasiado tiempo,
que caen como lágrimas
emancipadas de su córnea,
esferas de su luz,
aún, y sin embargo.

Yo sin mí que llora.
Todo el yo irrastreable que duplica mi energía
y revela su calidad de préstamo.

Intercambio con el día del día vítreo
que rezuma de la noche que es la carne.

Drenar el Paraíso.
Hacerlo para otros habitable.



Dentro del fruto está la semilla
y de la semilla el fruto.
Toda esa carne alrededor
también está dentro
toda esa piel, y el aire
y el universo entero de una vez
están dentro.
Dentro de la semilla hay
un universo próximo.

Si alguien pudiera, como quien acciona
un conmutador,
volver todo del revés,
sacar lo de dentro afuera,
meter todo lo de fuera dentro.

Si alguien pudiera,
como quien le da la vuelta
a un calcetín.

Le llamarían Dios, aunque su acción
no habría cambiado nada.

Todo está fuera y dentro,
tan próximo
que entre los dos extremos
solo hay tiempo.

fractales dioses




El Universo
es un circunloquio de la nada.
Lo digo en serio.
Entonces los poetas tenemos el deber
genético de escribir,
crear universos de la nada con palabras.
Los ingenieros han de construir
con materia y energía
en exactas proporciones máquinas
los arquitectos
puentes carreteras y edificios.
Los jóvenes han de amarse como flores entre el viento
meciéndose sin cuestionar la meteorología.

Todo el Universo es un conjunto de Mandelbrot
con personas por el medio.

mi padre / yo

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Cuando toso oigo a mi padre
cuando me aclaro la voz
oigo a mi padre / a mí respirar
con mis bronquios de niño
tras la puerta
que él abría y agitaba las llaves
que oigo agitar cuando yo
abro la mía.

Yo soy mi padre otro día
no tan lejano del futuro /
yo soy mi padre cuando sueño
con mi futuro /
mi padre era yo cuando yo era pequeño /
era yo de pequeño cuando yo andaba
a gatas por los pasillos, lloraba
desde mi cuna.

¿Qué hiato se abre entre nosotros uno?
¿Cómo, para que fuéramos dos, se abrió la sima,
la discontinuidad entre nosotros
que nos obliga
a distinguirnos?

No es mi padre / no soy yo quien lo decide
hay una regla oculta bajo todo
que nos hace dos / tres / mil, infinitos
yo / infinitos ellos y entre ellos yo.

Mapas de carretera arrugados
que alguien / nosotros
interpreta como mundos
esféricos continuos
seguros



hice una foto





hice una foto
al helicóptero de la policía.
Era de día y disparé
a mucha velocidad.
Las aspas del helicóptero se detuvieron
y el helicóptero cayó

...



te amo como un loco peligroso
obsesionado con imágenes que no sé
si son verdad...

te recuerdo abrochándote un vestido
mientras me decías algo que he olvidado.

Tú casi nunca eres consciente en mi memoria
de que te estoy mirando

como aquella vez que te ataste los zapatos en silencio
y te esperaba sin querer que el nudo
terminara.

adultos





Pugnando por ser adultos
a los 37 años
mis amigos han tenido
hijos. 

Se agarran a su trabajo
hablan en cortos cafés
monosílabos
que sustituyen a antiguas
conversaciones. 

Y, como hombres, no lloran
aunque más que ganas
tienen motivos. 

Reprimen sus gritos
abrazando contra su pecho
su niñez adulta con cara de
recién nacido. 

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...