Es claro que se da

 




Las leyes de la física han producido vida,

pero la vida no viene de las leyes de la física.

Es claro. Si quieres plantar vida has de prepararle un mundo con sus leyes.

Las leyes son de la vida en este mundo.

La vida surge si se da la ocasión y no otra de la vida.

¡Qué maravilla ser vida y saberlo!

No.

Es que se da.

Igual a cero

 




El mundo se enfrenta a un antimundo

y permanece constante la suma

aquí de atrás a adelante y allí

de adelante a atrás.


Y cuando miras un espejo te ves a ti reflejado pero eres reflejo a tu vez

de ese otro que en su mundo paralelo te mira a través de un espejo

y te ve y piensa que tú eres su reflejo.


A veces miras en la pantalla reflejos de otros

pero esos no son a la vez.

A la vez tu otro yo ve reflejos de ellos otros en su pantalla.


Siempre da cero la suma

pero cero no es nunca.

Sencillamente Platón

 

 

 

 

 

 

Platón, pedagogo de Sócrates.

Platón dialogante. Platón aporético.

Platón académico con un batallón

de filósofos a su disposición.

Platón amante de la sabiduría.

Platón enemigo de los sofismas y de la religión.

Platón aristócrata, Platón

acaudalado, Platón esclavo

liberado, Platón propietario a Academo

del templo consagrado.

Escritor Platón.

Dramaturgo Platón, poeta

Platón. Platón desengañado del concepto.

Conceptual al cabo, acabado

Platón.


Platón, Platón.


Pero Platón ágrafo profesor. Platón sabio.

Platón más

que la palabra Platón.


¡Oh campechano caimán!



¿Te acuerdas, Juan Carlos, cuando lo de tu hermano?

Tú apenas hablabas castellano y yo,

bueno, yo no había nacido.

Pero estábamos unidos ya, Juan Carlos,

éramos una unidad de destino en lo universal ¿O no?

Tú y yo, Juan Carlos, hemos vivido de todo.

Entre los dos apuramos la precariedad

y el lujo, el paro y el ocio, la crisis

y la oportunidad.


¿Qué importa el reparto, somos pedazos de lo mismo.

Y a lo mismo volveremos cuando los dos muramos.

Yo aquí y tú allí, para estar bien repartidos.

Al fin, ¿qué importa la vida, acaso no es un breve periodo

que dona sentido a la eternidad?



Ahora que difuminas tu figura para que te brille el rostro campechano en las monedas,

ahora que ni huyes ni te exilias, sino que te vas, oh, taimado caimán,

hay que quitarse el sombrero. Lo has vuelto a hacer, y ha costado:

naciste en Italia y al África ofrecerás tu orto,

oh, soberano, para ti un merecido nací en el Mediterráneo.

Yo, mientras tanto, en España, manteniendo tirante la piel del último toro.

Bajo el sol, saludando descubierto y prorrumpiendo un viral,


¡Viva España y muchas gracias, Majestá!

Cada noche Silvia Nieva








Cada noche Silvia Nieva

cambiaba el agua al bacalao.

Y el bacalao perdió su sal y la del mar entero

y el recuerdo de la sal y el del agua salada y el de la dulce

y el agua ya era de grifo.

Y el bacalao echó raíz en la nevera o tal vez era micelio,

da igual, aquello era bacalao, no tenía que ocurrir.

Pero ocurría y cada noche yo me daba cuenta de que era ella,

Silvia,

la que tenía razón.


Y un día, al abrir la nevera,

el bacalao voló.

ay, si me cazan





Ay, si me caza un cazatalentos...

Se conoce que en mi caso

no han tenido suficiente puntería

todavía.

O quizá

es que soy cazamenor.

Y no se fijan.

Me gustan los helados


Me gustan los helados, hay muchos tipos.

Los hay primaverales y de otoño,

los hay para el invierno y por supuesto

para el verano. Es que hay cuatro estaciones.

Entiendo a los que dicen los helados están fríos

y hay que comerlos con calor, son para refrescarse.

Los entiendo. No lo han pensado bien.

Se quedan del helado con la temperatura.

El nombre les engaña: helado. ¿Y qué?

Tratan a los helados como medicamentos.

Será que están enfermos. Pero no. Los helados son

alimentos. Tenemos hambre todo el año.

También podemos tener sed.

En invierno un buen helado de limón te arregla el día

si te has comido una fabada por ejemplo,

o un chuletón. Casi mejor que en el verano

salido de la playa. Ahí quieres beber agua

y ya después si eso, algo de azúcar,

cuando te da el bajón después de tanto sol

y tanto abuso de brazada. Uno de chocolate,

directamente, sin miramientos.

O en mayo uno de melocotón,

cuando empieza el melocotonero

a resucitar a la polilla oriental,

al pájaro frutero,

al ser humano gordo, aún navideño.

En primavera.

Y en el otoño. Otoño mango. Es

temporada.


Los hay que hasta el verano nada. Como es helado...

se pierden muchos momentos de todo el resto del año.

No entienden al helado.

Renuncian al helado más sutil. No captan

la comunicación con el helado. El mensaje.

La elasticidad del tiempo, no el ambiental,

el tiempo tiempo.

Tengo calor, un helado. Hasta ahí.

Te dan lecciones de sabores a menos cuatro grados.

Y dale. Ya lo sé. Pero no digo nada.

Me como un helado el veinticuatro de febrero.

Por san Sergio.

Solo.

Como se comen los helados.

Estáis tú y el heladero.

Como se lee un libro.

Me gustan los libros, hay muchos tipos.


Y así todo.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...