cristales






la seguridad de las calles
está empezando a asustar, a resultar
alarmante.

Jóvenes extranjeros
armados hasta los dientes
llenos de esmalte
conduciendo vehículos
de gran cilindrada
en dirección perpendicular
a los escaparates.
Su proyección delictiva
es la propia de un lunático,
rompen la luna y se llevan
los cristales,
un poco a lo Woody Allen.

Ya se me están quitando las ganas
de tener una joyería, no te jode,
en Claudio Coello.

Los burgueses otra vez
tratando de imponerse a los salvajes.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...