Mientras un poeta habla
poéticamente
hay un montón de mentes escapando
como las cucarachas, como peces.
Hay un montón de ojos en silencio,
oídos en blanco.
Hay durante el parlamento
anfibios del lenguaje al descubierto.
Y entre los dientes de las sonrisas, preso,
hay desprecio.
Pero siguen y seguirán hablando
los poetas.
Y hablan y hablarán
poéticamente.