Mientras lo alumbre el día.
Como las sombras de las aves migratorias
cruzando Europa
sobre las carreteras y sobre los tejados
sobre los caminos
y sobre las personas,
atravesando propiedades,
traspasando fronteras,
creciendo y menguando
vertiginosas, remontando
sin esfuerzo acantilados;
apoyándose en el agua y en la tierra,
en línea recta, insensibles
a la orografía, a la agrimensura,
surcando el suelo
mientras lo alumbra el día,
yo te quiero.
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Madre mía, ya me podían querer a mi de esa manera.
ResponderEliminarhay amores que vuelan
ResponderEliminarOle.
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