El poeta es un plantador de árboles furtivo
Olbap Anitroc
Creí que besarse en la calle era bueno.
Creí que decir lo que pienso,
que mirar a los ojos, escuchar la verdad,
respetar a los otros, llorar,
yo creí
que era bueno.
Nunca en mi infancia oí hablar de dinero.
Por eso de noche
me arrastro hasta un claro del bosque y en él
planto árboles tercos,
y los leñadores
al alba no pueden creer lo deprisa que crece
un poema.
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Sencillamente: Gozoso.
ResponderEliminarNená
Y es bueno.
ResponderEliminarQue nadie te cambie esos pensamientos, porque no eres tú el equivocado. Es bueno, buenísimo.
Los poemas son como los hongos, crecen y se extienden, buenos o malos, deliciosos o venenosos... Tanto da, ahí están constantemente en expansión.
Salud!
Maravilloso poema. No te conozco pero estoy dispuesto a pasarme por aquí cada vez que escribas uno de estos :)
ResponderEliminarUn saludo
Lo siento, no he podido evitarlo: http://victorguisado.com/?page_id=854
ResponderEliminarGrande, Pablo.
ResponderEliminarAcabo de descubrir una yerbita en mi jardín que ayer no estaba...
ResponderEliminarAíram Ollijurt
Me gusta!
ResponderEliminaréste es de los mejores, ¡muy bueno!
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