Primero
salió la noticia:
Morricone
ha muerto.
Después,
en seguida, la confirmación.
Y la
confirmación.
Y la
confirmación de la confirmación.
Y la
otra confirmación.
Morricone
ha muerto: contrastado.
Después
salió el que sabía quién era Morricone antes que nadie,
el que
lo oía desde el vientre materno,
el que
silbaba en el colegio la muerte tenía un precio.
Ese
salió primero
tras la
noticia.
Después
salió el que tenía una foto
con
Morricone en Murcia,
con
Morricone de vacaciones,
aquí,
con Ennio, en el Nilo,
mi
padre con Morricone.
Conocí
a Morricone...
en un
recital de poesía que organizaba Escarpa en el Ateneo,
por
ejemplo.
A mí
Morricone me lo presentó Batania,
en el
Mercurio, no hablamos mucho,
habló
Batania.
Salieron
esos y luego saliste tú
con ese
vídeo de La Misión.
Ese
oboe tan Ennio en medio de la amazonia.
Pusiste
D.E.P. , pero después salió otra gente poniendo
seguiremos
oyéndolo, nos queda la música,
inmortal
genio,
que
la tierra
te
sea
leve.
Hay que
ser pesado.
Ennio
Morricone muerto y enterrado
bajo
tierra
y
comentarios.
Y
después de ti, los revisores:
Lo han
visto todo.
Vuelven
a verlo.
Los
críticos:
Sin
duda estamos ante un Beethoven,
un
virtuoso de la armonía, se adelantó a su tiempo.
Los
entendidos
especialmente
en la obra de
Morricone.
Yo... a
mí... cuando yo era pequeño...
Mi
Morricone, mi Morricone,
dónde
está mi Morricone.
Mi
Ennio...
¿Dónde
estabas tú cuando...
¿YO?
¡Con Morricone!
Hay
quienes se creen con más derecho que tú
a
llorar a Morricone
¿Qué
haces llorando a Ennio?
¿Ahora
todos conocéis a Morricone?
Si
levantara la cabeza Morricone...
Y
entonces lloran, aunque no llorarían,
aunque
lo conozcan, aunque sean fans
de
verdad, no llorarían.
Aunque vieron La Piovra.
Les
daría pena, como mucho.
Pensarían
en ello
un
rato, pondrían un tema,
mirarían
facebook,
pero no
llorarían,
no volverían a ver La Piovra.
No
llorarían la muerte de Morricone,
pero la
lloran.
En
facebook lloran porque ha muerto Ennio Morricone.
En
facebook y en Instagram,
igual,
la
misma historia, la misma foto, el mismo texto.
Lloran.
Por eso
no me
los creo.
Ni
Morricone.
#telodigoyo