Suerte que cubre.



Eres una suerte de musa
que me habla al oído.
Etérea, y por encima de mí.
No puedo tocarte ni verte.
No puedo abrazarte,
y el nimio artilugio del que nos servimos
no suele tener mucha cobertura.

Ser solo tu amigo.

Ser solo tu amigo.
Es duro explicarle
a un muelle que vuelve que debe pararse a mitad
del camino.
No sé imaginar
un mundo explicable
tan ajeno a mí que yo no pudiese explicarme.
Como los párpados saben
de su dualidad, y se echan de menos abiertos
y al sol parpadean llorando la noche,
así llevo yo mis sístoles solas,
fingiendo elípticas diástoles.

1234



Veo un perro pequeño:
él me mira, debajo del árbol
que filtra los rayos
de una luz que no he vuelto a ver;
amarilla, con reflejos soñados.
Hay, sobre la hierba húmeda,
una muñeca de trapo
tumbada de lado
durmiendo la siesta.
Un sol que se va,
la luna que llega,
como contar hasta 4,
como dar un paso
y luego otro paso,
descalzo, sobre la hierba
húmeda.
El perro tampoco usa zapatos,
me enseña a caminar despacio,
yo dos piernas, él cuatro.
Sol, luna, hierba, árbol,
uno, dos, tres, cuatro,
uno, dos, tres, cuatro...


no hagamos despertar a la muñeca,


soluna, hierbárbol,
suave...
uno, dos, tres, cuatro...
uno, dos, tres, cuatro...
uno, dos, tres, cuatro...

(para leer mientras escuchas 1234, de Bacanal Intruder)

La soledad de la tristeza.

Aquel que haya sentido la tristeza
encontrará estas líneas tristes
para otro entendimiento
superfluas.
Lo triste de la tristeza es su soledad,
no se comparte con nadie,
y la compasión es un alivio para el cansancio de ella,
como una conversación en la cárcel
como el tic tac asesino de los relojes,
como todo lo que no es decisivo, pero ocurre
independiente de nuestra sabiduría
o ineptitud.
Cuando pienso en lo poco que he vivido
y lo poco que me queda por vivir
aún querría vivir menos.

Pétalo a pétalo.




Se ha de hacer
pétalo a pétalo.

Cuando uno apela al universo
se ha de hacer sin prisa.


Leerá el futuro
en una margarita,
pétalo a pétalo;
solo al último
- se ha de hacer sin prisa -
la señal extrapolable.


Pasadopresentefuturo,
pétalo a pétalo,
sílaba a sílaba,
años, días, horas,
y minutos
y segundos
en una margarita.
Pétalo a pétalo,
solo al último
la señal extrapolable.

I&G

Son dos, pero podrían ser uno.

Por lo que han pasado juntos
que no los separó,
porque podían haber seguido siendo uno
cuando eran tres.
Porque ahora, a veces
son tres, y otras veces uno,
y rara vez son dos,
o nunca: en todo caso
podrán ser uno y uno,
o tres y tres.
Porque cada uno de ellos
completa al otro
y lo contiene
de tal manera que con su suma
- uno más uno -
se obtienen tres.

Tres trozos del mismo amor,
que es lo que solemos ser,
trozos de amor,
que es mucho más que todo lo que no somos.
Por eso ellos son, siendo dos, tres,
siendo dos, uno.
Por eso son amor
puro, sin número.

Barro.



Barro el barro de tus pasos en mi casa,
es barro de otro camino distinto al mío.
Barro ya seca la tierra de ese barro de tierra y lágrimas.
Lo que fue barro y ya no es barro.
Lo que fue tierra y ya no fue más que barro
una sola lágrima después
y después de ser más lágrimas que tierra,
sin lágrimas ya no volverá a ser tierra
ni barro.
Será tierra y sal
de lágrimas secas como la tierra
antes,
como el barro que ahora ya no es
lo que fue.
Como la tierra que ahora barro en mi casa;
o hago barro en mi casa,
con agua y sal de mi casa;
de tus pasos,
distintos de los míos.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...