Para escribir solo hace falta
papel y lápiz
y alguna idea peregrina.
No hace falta tiempo,
ni inspiración,
ni ser un genio.
Ni tener hambre,
ni tener frío, miedo, depresión,
ni ser marica.
Ni andar por ahí esparciendo
bacilos con cada tos.
Quizá sí ser un niño,
creerse uno mejor que los demás,
estar falto de cariño, ser un iluso...
aunque esto último
solo hace falta, en rigor,
para seguir escribiendo.
También hace falta saber escribir.
ResponderEliminarUn tajalapiz tampoco viene mal por si se rompe la punta.
El rey de Borneo
ResponderEliminarse rompió la punta
por regio esmero
en una coyunta.
Y sus dos concubinas,
Jade y Lapislázuli,
se hicieron queridas
de un tal tajalápiz.