Ayer Maradona, hoy Rubalcaba.




Su padre no lo reconoce,
pero lo ha parido,
y yo no puedo ver unos versos
tirados en la calle
morirse de frío.

Brazos, piernas,
cabeza, corazón,
hígado y pulmón.

La síntesis de un organismo
vivo, poético.
Poéticamente huérfano,
pero poético al fin.

Su padre no lo reconoce,
pero lo ha parido,
y yo no puedo ver unos versos
tirados en la calle
morirse de frío.

A los que no creyeron,
con perdón de las damas,
que la chupen,
que la sigan chupando.
Yo soy o blanco o negro,
gris
no voy a ser en mi vida.
¿Eh?
Ustedes me trataron como me trataron;
sigan mamando.

No sé qué más decir,
mi pluma es el hospicio
de los poemas más
hijos
de puta.

Con perdón de las damas.

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