![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWe4kx7hQp6rQc-hHmubh9-VrEjArOjQ0wNXz6D_m-pMTgXgvZt8XCDokIEsPPiuMs799XbTDdQ_s1dj_FmtgiNKhAIby3IArU3LlQQkRplk925xmGajvUdgj_2YYxYqyAOcchfHm9GfI/s320/050807_DISCOVERY_aterriza_3.jpg)
Pienso en mi palabra y la comparo con lo que no sé decir
de tu recuerdo.
A simple vista parece tan absurdo pronunciarla como alumbrar
un aeropuerto con una sola luz.
Sin embargo, sin decirla,
el amor y los recuerdos nunca han sido,
son la música fuera del tiempo
tocada en el vacío;
son la velocidad
respecto a nada.
¡Oh, palabra! Queda dicha
como una estrella silenciosa entre millones
refiriendo brevemente el rumbo
de su constelación,
o como una baliza,
señalando apenas, sin iluminar, las pistas
negras
en las que aviones húmedos de lluvia,
entre su estruendo aterrizan.
¿Sin título?
ResponderEliminar¡Oh, palabra!
ResponderEliminar