Con un destornillador
pero con un bolígrafo
pero rompiéndome las uñas
y como sea
le saco el marco a un espejo
uñas que arañan aire y luz
que dejan huellas dactilares
en el tiempo y sangre
en las imágenes.
Cosas que antes no estaban
y que recuerdo en cine mudo
sin musiquita.
Le saco el marco
a todos los espejos que me encuentro
hasta que son como reflejos
en las gotas de lluvia
porque no creo en romperlos
a cabezazos como si atravesándolos
los convenciera
de que me llevo la razón al otro lado.
Tras el espejo hay un espejo
que está diciendo azogue sin pensar.
Solo nosotros lo sabemos
ver
sin mirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario