mi padre / yo
Cuando toso oigo a mi padre
cuando me aclaro la voz
oigo a mi padre / a mí respirar
con mis bronquios de niño
tras la puerta
que él abría y agitaba las llaves
que oigo agitar cuando yo
abro la mía.
Yo soy mi padre otro día
no tan lejano del futuro /
yo soy mi padre cuando sueño
con mi futuro /
mi padre era yo cuando yo era pequeño /
era yo de pequeño cuando yo andaba
a gatas por los pasillos, lloraba
desde mi cuna.
¿Qué hiato se abre entre nosotros uno?
¿Cómo, para que fuéramos dos, se abrió la sima,
la discontinuidad entre nosotros
que nos obliga
a distinguirnos?
No es mi padre / no soy yo quien lo decide
hay una regla oculta bajo todo
que nos hace dos / tres / mil, infinitos
yo / infinitos ellos y entre ellos yo.
Mapas de carretera arrugados
que alguien / nosotros
interpreta como mundos
esféricos continuos
seguros
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me encantó tu poema!
ResponderEliminarestá bueno tenerlo tan claro... es que a veces podemos tardar la vida en distinguirnos...
un cariño,
Me gusta. Léna.
ResponderEliminarMe gustan las dos primeras estrofas, ese juego de dobles ayer y hoy, y la cuarta, esa voluntad numeradora (siempre me flipa esto en Ángel González), algo me falla en las otras, poeta... me quedaría con el primer verso de la tercera... bueno, espero que te aporte algo la apreciación, si es que en algo vale. Un abrazo
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