El tiempo es líquido.

El tiempo es líquido.
Fluye.
No resiste una tensión de corte,
se adapta al recipiente que lo contiene,
días, horas, segundos,
años, noches.
No se deja comprimir de forma fácil.
Tampoco se expande como si fuera un gas,
como nosotros acostumbramos.
No mancha, no es viscoso.
Como el mercurio, te toca sin mojarte;
como él, te contamina.
Al final, el tiempo resulta ser venenoso,
pero mientras no morimos nos da la vida.
Es irracional, si no, sería para matarlo.

Yo no soy capaz de llevar desde la orilla de la playa hasta tus labios un puñadín de agua sin derramarla,
menos aún podré volver al pasado.
No puedo hacer que los besos que me dabas sirvan de algo.

¿Qué otra cosa debería obsesionarme?



Me obsesiona el paso del tiempo.
¿Qué otra cosa debería obsesionarme?


Cuando uno es sólo tiempo, o por lo menos necesita de él para seguir siendo,
como el agua puede decir que es oxígeno porque sin él sería hidrógeno...
...
pero qué tontería, el agua no habla
y no dirá nada.


Me obsesionan las palabras.
¿Qué otra cosa debería obsesionarme?


Me van a decir que el tiempo, los que me lleven leyendo
un minuto.
Claro, ellos están obsesionados por SUS
cosas.
¿No acabo de decir algo del agua? También ella podría decir
que es hidrógeno, porque sin él sería oxígeno,
si el agua hablase.


El agua no habla,
también está compuesta sólo
por dos elementos
–lo que nosotros consideramos agua-
que son hidrógeno y oxígeno, que danzan
para ser líquidos.


Me obsesiona el agua.
¿Qué otra cosa debería obsesionarme?


Exprímeme como a una naranja
y verás que soy más agua que otra cosa.
Agua parlante
del tiempo.


(el tiempo es líquido, por cierto)

Para Alba Huerta

Mira que he visto girar la Tierra sobre su eje...
¡pues hoy la Tierra giró dos veces!
Eso lo he visto.
Aunque la vista no es la más lista de los sentidos...
Es más rápida la mano
de un Tamariz (Juan, el mago), o los radios de una rueda,
o las patas, cabalgando,
de un caballo. ( No se nota que son cuatro)...


Ha sido el alba de muchos días,
susurrándolo hoy el Sol
salía ¿ o sería el llanto
de vuestra hija ? Algo
he oido, y he visto
girar la Tierra sobre su eje
miles de veces, con alegría.







20 de Junio de 2003

Existen enotecas...





Existen enotecas como etnotecas,
pero la mayoría están llenas de botellas vacías
y cabezahuecas.

S.C.A.

En su voz, un leve jadeo pedía socorro.
Yo nunca fui conversador telefónico.
Algo de hablar como a través de un muro
me limitaba en mi expresión
y en mis interpretaciones.
No obstante, percibí muy claramente aquel susurro.
Decía: mi otro hijo aún no ha llamado
y tengo miedo de su coche
. Decía:
ocupas una línea que es vital.
Colgué el teléfono y desde entonces
no he dejado de pensarlo:
ser madre no puede compensar.
No es como ningún otro cariño,
es mucho más ser madre que ser hijo,
ser madre es darlo todo,
ser madre es ser más otro que uno mismo.

Tiesto presente.

(Foto: ibotamino)








Hay una línea infinita de momentos sucesivos,
el continuo espacio-tiempo,
de la que somos un punto.
El único que entredice la existencia de los otros.
Como flores en un tiesto en un jardín.
Hablamos de pasado y de futuro como quien habla de Dios, de Plutón...
el universo es nuestro ombligo.


Solo, ahora, aquí,
la existencia simultánea de otros sitios me resulta incomprensible.
Tiendo a pensar que el Malecón de La Habana no existe.
Sin embargo, sé que es una impresión errónea.
Hay alguien allí ahora, y al menos de su mente surge la existencia de ese espacio
paradisíaco.
Las conciencias dotan al mundo de linealidad, como el cerebro explica a los ojos.
Cuando yo me haya ido de esta calle surgirá una vieja asomada a una ventana,
escudriñando su existencia, guardándola,
es la astrónoma de guardia para esta zona del Universo
no menos importante que el Malecón de La Habana, Delfos
o Plutón.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...