Briznas de vida.


Qué estrecho resquicio narrativo
me has dejado al irte.
Llegué a llamarte "vida mía"
y ahora ya no estás. Después de todo
no eras mía, y yo aplasté bajo ti,
como la hierba bajo un picnic,
mi verdadera vida.

La brizna que al caer la tarde
húmeda y lenta se yergue como un falo
tendría una historia más prometedora
de no ser por los monstruos de la noche, cerniéndose
al acecho de las migas.

Qué estrecho resquicio de vida.

Soneto tú.


Soneto aquel que no chirría nada.
Soneto aquel que come con cubiertos.
Soneto aquel que siempre lleva bragas.
Aquel que besa y deja un ojo abierto.

Soneto aquel que llora y no descansa.
Soneto aquel que llueve y no se moja.
Soneto aquel que ya se ha ido a casa.
Aquel que sabe que es un pichafloja.

Aquel que nunca ríe es un soneto,
es un soneto aquel que no se enfada,
aquel que siempre dice "lo prometo"
es un soneto, aquel que siempre calla
y aquel que siempre habla es un soneto
y el que critica a aquel a sus espaldas.

Sonetos y sonatas,
puristas de la piel, los más abyectos
los libres carceleros del soneto.

Soneto.


Soneto soneto soneto soneto
soneto soneto soneto soneto.
Soneto soneto soneto soneto,
soneto soneto, soneto soneto.

Soneto soneto soneto soneto
soneto soneto soneto soneto,
soneto soneto soneto soneto
soneto soneto soneto, soneto.

Soneto soneto soneto soneto
soneto soneto soneto soneto,
¿soneto soneto soneto soneto?

Soneto soneto, soneto soneto
soneto soneto, soneto soneto
soneto, soneto, soneto... ¡soneto!

Cagüendiez.

Yo soy Dios y mi circunstancia.
(y si no la salvo a ella no me salvo yo)

Reina.



Pensé al verla
que era una princesa triste
y le encajé el calzado sin dudarlo.
Después la descalcé
y la besé en la frente.
Y se dejó el teléfono olvidado en mi memoria
mientras se iba
corriendo.

Pero no hay tanta suerte en el mundo
como para que no quepa toda
dentro de lo extraordinario.

Sentía que mi vida cambiaba,
aunque la tuya no cambia y entonces
la mía tampoco.

Tú quieres ver cada mañana un
nuevo rostro entre otras sábanas,
otras paredes.
Yo quise ser desde el principio
Príncipe Azul.

Primero entre los iguales siendo sincero;
azul, hasta el horizonte.

Mis paredes son horizontes azules.
Azules, mis leves sábanas.
Y la sinceridad que es no tener más de una cara.

Primera mañana de vacaciones


Pero la perfección solo la encontramos ebrios,
y desaparece al despertar

Li Po

Primera mañana de vacaciones
suena la alarma:
las siete.
La desconecto
como el asesino que aguarda tras la puerta
con su cuchillo.

Horas después, hay tanta calma en la ducha
que la alcachofa es una nube
de la que cae una fina lluvia
de Primavera.

En el café la leche está caliente,
hoy leo en el periódico
hasta la sección de economía.
Los pobres trabajadores
solo tienen tiempo de leerse los deportes,
¡tan fría está la suya!

Un catavinos lleno
de luz dorada al mediodía,
hoy comeré pescado,
nadie
podrá impedirlo.

Prodigios.




Una niña gira un instante en el aire.
Esa niña es campeona de Europa
de Rock acrobático.
Ese instante el mejor
de una vida
que ella solo
comienza a vivir.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...