Briznas de vida.


Qué estrecho resquicio narrativo
me has dejado al irte.
Llegué a llamarte "vida mía"
y ahora ya no estás. Después de todo
no eras mía, y yo aplasté bajo ti,
como la hierba bajo un picnic,
mi verdadera vida.

La brizna que al caer la tarde
húmeda y lenta se yergue como un falo
tendría una historia más prometedora
de no ser por los monstruos de la noche, cerniéndose
al acecho de las migas.

Qué estrecho resquicio de vida.

1 comentario:

  1. Ya sabes que este tipo de poemas sencillamente me abren las lágrimas.

    Un beso en el resquicio.

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