Graciela en el salón de su casa.



Graciela fuma en el salón de su casa:
tiene goteras.
Escucha su gotear, mientras lía
otro cigarrillo.
En la calle llueve, y antes ha nevado.
Aún se ve blanca la terraza de su vecino,
sobre su techo. Es ya de noche.
Se echa a llorar sin hacer ruido,
como si las lágrimas se filtraran
atravesando sus mejillas,
sigue fumando, mira
por la ventana:
tras los cristales la calle
y reflejándose en ellos su cara.
Tras el reflejo, reflejándose,
su alma.

Una metafísica de la existencia.



La tierra no pertenece a nadie
salvo al viento
y el viento le pertenece a ella.
La tierra vuela envuelta en viento
por el vacío desierto del universo.
El universo es ella
y al volar
tiembla
y hace temblar la niebla.
Y la niebla le habla al viento.
Y así se genera el tiempo, y la tierra le pertenece
al viento desde su nacimiento hasta la muerte,
que es la niebla
que aquieta el tiempo.

Sueño que amo que quiero que vuelvo


Sueño que amo que quiero que vuelvo,
que vuelvo a quererte,
que quiero amarte,
que amo volverte
a querer, y que vuelvo
a verte por primera vez.
Y que vuelvo a amarte
por primera vez.
Y que vuelves a amarme por primera vez.
Y que por primera vez
vuelves a besarme,
a cogerme la mano
me acaricias y vuelves
a acariciarme, a besarme,
a verme de cerca
por primera vez
y a amarme.
Y amas como me amaste la primera vez
porque es la primera
y sueño que siempre será la primera
como si fuera la primera vez que soñé,
que era un sueño y estaba despierto, y por eso
sé ahora que este sueño no es
la vez que despierto lo sueño,
y porque lo sé sé también que no es
la vez que te quiero despierto,
porque sé cómo era quererte
por primera vez, y besarte
y que tú me quisieras
y acariciarme y volverme a
acariciar
y me amases, cogerte la mano
despierto, y verte de cerca
sin reconocerte,
y sé que fue un sueño
soñado despierto una vez,
la primera, y que quiero soñarlo
una y otra vez, y que sueño que amo,
que quiero que vuelvo
despierto en sueños.

Al tun tun


Quisiera ser como tú,
un pez azul
navegando sin saber adónde, bajo las olas,
pero con un rumbo fijo
instintivo.
Con un futuro revelado en el momento,
sin pasado.
Un pez azul navegando ahora,
bajo las olas.

Facebook.


Facebook es un griterío de otro tiempo,
cuando las viejas iban de luto,
cuando había aire puro
y olor a olla en la escalera.
Cuando yo era pequeño
y solo me interesaba lo mío
y me aburría oyendo hablar a los adultos
de otros adultos.
Facebook es el cotilleo eterno sin testigos,
la maledicencia de pensamiento.
El cinismo en fotografía,
el presente archivado para siempre
junto al presente de otro sitio,
de otro momento,
como si fueran continuos,
como si Facebook supiera lo que somos
y estuviera escrito desde antes,
como si Facebook fuera el destino
y el estúpido estuviera abocado a escribir estupideces
casi siempre.

Y aún así nadie cambia,
nadie relee el pasado ni siquiera ahora,
que está escrito.
Nadie reconoce haber escrito una bobada.
Nadie llama bobo a nadie, en el Facebook
cara a cara,
todavía.
Todavía somos amigos.
Fulanito y tú ahora sois amigos,
dice Facebook.
Yo, a Fulanito,
si me lo cruzo en la calle no le saludo.
Quizá porque no le reconozco si le veo,
quizá porque no sé qué decirle del pésame que le debo,
de aquel libro que le presté y que no me devolvió,
aunque no estoy muy seguro si era él el que no lo había leído
o era yo, y entonces el libro es suyo;
quizá porque solo le conozco de una noche
y hasta que lo vi en Facebook no recordé su nombre
y ahora sé sus apellidos,
y sé que tiene una hermana y unos amigos extranjeros
y que habla el alemán
mejor que yo, por lo menos,
porque solo entiendo esas estúpidas carcajadas
que la gente escribe en todos los idiomas,
para que se note que no hablan en serio,
por si acaso, para que no le moleste nada a nadie,
porque nadie dice nunca nada en serio,
en el Facebook, y empiezo a pensar que en ningún lado.
La gente parece querer pasar de largo de todo,
sin mirar atrás, pero que exista eso que no miramos.
Facebook.
Jaajajajaj...

Te he buscado...


te he buscado en google y no sales
¿cómo es posible?
Muy fácil.
Google no existe.

Mucho demiurgo.


Yo hago nevar.
Miro por la ventana cuando nieva
y nieva más.
Veo un partido de fútbol
y ganan los que yo quiera.
Hago llover,
hago hacer frío,
hago que salga el sol de entre las nubes
haciendo soplar el viento.
Hago crecer la hierba, caer la miel
de la cuchara.
Hice que me quisieras
y después que me odiaras.

En mi opinión.



En mi opinión,
el amor es una mierda.
En mi opinión tú me has dejado
por otro que en mi opinión
es un hijodeputa sin corazón.

Todo esto ha sucedido en mi opinión.

En mi opinión, en la que el amor es una mierda,
tú eres una mujer única,
tú conoces mi intimidad mejor que nadie
y no te gusta.
Te has ido con otro,
en mi opinión,
porque te parecía más fuerte.
En mi opinión tú opinas eso de él,
y en mi opinión lo es
pues no te ama y el amor
nos hace débiles,
en mi opinión.
Tú le amas a él, en mi opinión,
porque eres como una niña impresionable,
como la niña a la que yo impresionaba,
sin amarla tanto como ahora,
cuando mi fortaleza era más aparente.
Y en mi opinión es vergonzoso que me dejes.
Te degrada como persona,
en mi opinión,
y en mi opinión te odio por idiota.
En mi opinión todo el mundo se equivoca
excepto yo, y es obvio, en mi opinión,
que tú estás equivocada.
Que ese galán de cuento que ves en él pasará,
y lo que quedará de él
no será más que yo,
que lo que de mí queda después de ti,
que te he amado, en mi opinión,
más que nadie te amará
y te seguiré amando, en mi opinión, eternamente.
En mi opinión sufro el dolor más intenso de la Historia
del dolor, porque mi amor fue mayor que ningún otro,
y, en mi opinión, la Historia Humana
se queda corta como elemento de comparación.
En mi opinión mi vida se ha acabado
y el hecho de que el Sol
haya salido también hoy por la mañana
es una falta de respeto hacia mí
y una muestra más de que no le importo a nadie.
En mi opinión el Universo no sabe lo que hace al ignorarme.
En mi opinión es un traidor y que se joda.
Voy a acostarme.
Y mañana al levantarme me mataré, me parece.

Fotones en ayunas.


Yo propago el virus de la gripe
indiscriminadamente.
Yo tropiezo en el metro con la gente.

Cuando la hora punta nos vuelve partículas
dejamos de comportarnos bien,
y nuestra trayectoria se vuelve predecible.

Cada mañana un simulacro de estampida,
la humanidad dormida fluye y
se hace líquida.

Unos leen, otros
escuchan música,
otros estornudan:
todos se creen náufragos
en el oleaje injusto de la vida.

Mundo simio.


De pronto imagino
que mi habitación
es una nave espacial,
o una máquina del tiempo,
y yo soy su capitán
y su grumete,
y viajo hacia el futuro aislado,
y mi única preocupación es mi salud
porque soy el único superviviente
de mi especie.
Estoy solo,
como cuando encendía una linterna bajo las sábanas
de mi cama de niño,
solo que ahora las sábanas
lo cubren todo.

Tengo la tentación de oír música,
como los astronautas desesperados
de las películas 2001, o El Planeta de los Simios,
pero para mí la cultura ya no significa nada,
ya no tendré con quien compartirla
- quizá por eso el sonido no se toma la molestia de viajar por el vacío -
no puedo evitar escuchar la música como si fuera un obsequio
de otra civilización ajena,
como si hubiera interceptado una sonda Pioneer
y descifrase solo sus números.
Recuerdo a Charlton Heston grabando su mensaje
mientras sus compañeros yacen hibernados,
y su sonrisa cínica,
y me invade esa misma sensación de soledad,
aun sabiendo que estoy en la Tierra,
acompañado por miles de millones de organismos
vivos.
Y saber que yo no soy distinto a ellos
me convierte en una parcela (no edificable) más
del infinito.

Ayer Maradona, hoy Rubalcaba.




Su padre no lo reconoce,
pero lo ha parido,
y yo no puedo ver unos versos
tirados en la calle
morirse de frío.

Brazos, piernas,
cabeza, corazón,
hígado y pulmón.

La síntesis de un organismo
vivo, poético.
Poéticamente huérfano,
pero poético al fin.

Su padre no lo reconoce,
pero lo ha parido,
y yo no puedo ver unos versos
tirados en la calle
morirse de frío.

A los que no creyeron,
con perdón de las damas,
que la chupen,
que la sigan chupando.
Yo soy o blanco o negro,
gris
no voy a ser en mi vida.
¿Eh?
Ustedes me trataron como me trataron;
sigan mamando.

No sé qué más decir,
mi pluma es el hospicio
de los poemas más
hijos
de puta.

Con perdón de las damas.

diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...