pequeñito, pero matón




Este es un poema pequeñito

que no dice nada.

Es un poema pequeñito que se repite.

Pero tú lo querrás, porque quieres

sentirte alguna vez grande.

hace un instante






hace un instante

aquí decía otra cosa.

Lo borré, aún lo recuerdo.

Si tú no lo leíste entonces

yo no lo dije.

Y aquí no hay nadie más.


Hace un instante la pantalla

se oscureció por otros sitios,

la aplicación quiso guardar la información en la memoria, pero no.

Pulsé el cursor

y coloqué el puntero al frente de la línea

dí marcha atrás al tiempo del teclado.

Lo borré. Tú ya

no lo leerás.


Porque pensé otra cosa.

Esta que trata del pasado.

Esta que intenta envejecer y narra

en tiempo real mi pensamiento.

Esta que nace

hace un instante

y muere

ya.




Sánchezeida



PRIMER ACTO


Donde se narra el ascenso dialéctico de Pedro Sánchez tras ganar las primarias del Partido Socialista Obrero Español.


Preludio


PEDRO Sánchez camina en círculos en el salón de trono de Ferraz.

Va serio, no afloja el paso

lleva la noche en las pupilas.

En el fondo de su mente escucha un mantra:


no es no, no es no


y los tacones de sus zapatos alternan moqueta y gres, gres y moqueta

verde que te quiero moqueta y ese gres que es

el de la esposa

de Vargas Llosa.


Alternan moqueta y gres como en un taconeo por soleares a toda lógica ajeno


no es no, no es no


“Tengo un querer y una pena.

La pena quiere que viva;

el querer quiere que muera.”*


no es no, no es no


Moqueta gres moqueta.

Gres moqueta gres.


Y le presionan los pensamientos porque él es el héroe, y los demás somos masa que le ve como a través de un agujero negro.


Y le vienen, hexámetros, los

ahoraquemeacuerdos:




Discurso primero



Al alborear el alba amanecí entre sueños,

la de rosados dedos no me sacaba

del agujero

entre los brazos del gran Morfeo,

y yací en el interregno y me vi,

clarividente,

Secretario General Definitivo

¡Sí es Sí!

Y vi la exangüe cabeza

de la vil Susana Díaz,

frente a mí,

ensartada en una pica ¡Sí

es Sí! Y rodeando mi tienda

en el campo de batalla socialista

también vi reabasteciéndose agrupada

a toda la militancia.

Vime marchando a otro campo de batalla aquí en Madrid,

donde Mariano el Silente a todos los pretendientes

espera y calla.

Hacia él me dirigí

con las huestes apretadas en vanguardia.

No es no. No es no.

Gracias Susana, gracias Patxi, gracias

al comité. Gracias a todos aquellos y aquellas

compañeros y compañeras

militantas y militontos

que habéis venido hasta aquí

y que habéis hecho posible que a través de mí

hayáis logrado esta gesta.

No es no, no es no,

murmura la militancia

Sí es sí, exclama la pretoriana disidencia.


(En el fragor del discurso, Sánchez piensa:


“Voy a imitar al franchute que arrasó

al aparato,

y tan solo lo logró, que llegó solo, caminando,

al escenario del Triunfo.

Y solo decía mercí. Yo diré gracias.

Macrón Sánchez, el Gracioso.)


Gracias a los progresistas que han votado socialista

y gracias a los progresistas que no han votado socialista,

a los que sí, y a los que no,

gracias, gracias, gracias


Sí es sí.

No es no.


Gracias a los reaccionarios que han votado socialista

y gracias a los reaccionarios que no han votado socialista,

a los que sí, y a los que no,

gracias, gracias, gracias


No es no.

Sí es sí.


Rememoremos el caso,

pero bien dramatizado,

que me ha traído hasta aquí:


Tras ser injustamente apartado

de liderazgo y bancada socialista

por barones y baronas de provincias

cogí el coche y conducí

y conducí y conducí hasta que al fin

conduje y, condugente

fui de allí a aquí y de aquí a allí,

en un periplo indigente para llegar a la gente.

Mi conducción fue ingente, tanto que

los becarios de mi gente coreaban emergentes

para ser conductor de primarias

danos frases lapidarias y demás cosas así.

Y tratando de tener entretenida a mi luz intermitente un día dí

con la pregunta conductora de la izquierda:

¿Se puede adelantar aquí?


Un leader fui pa' mi gente, como ahora lo seré

para todo mi país.


Sí se puede. Sí se puede. Aquí

se puede adelantar.


Y dí mítines patéticos que pronto me dieron fruto,

porque la gente es así,

quieren un héroe emergente con dos gluteos bien turgentes

y paquete prominente que llegue y les represente

y que gane las batallas que ellos no piensan librar

contra toda esa otra gente progresista apocopada

que se deja avasallar con tal de poder figurar

y de salir en la foto.

¡Pa fotogénico yo!

Con mi perro haciendo cardio,

o con mi chica en los Goya

o disfrazao de piloto,

Pedro Sánchez es la joya

del partido. El milagro

de la socialdemocracia,

en contra de la vieja guardia,

se ha producido, demos gracias,

¡He ganado las primarias!


¡He ganado las primarias!

No lo digamos sin más,

analicemos la frase:


Primera palabra: ¡Eh!

Llamada, interjección.

Estar ahí y decirlo ¡Eh!


Segunda palabra: Ganado.

Dícese de las reses que van juntas

sin cuestionar su destino.

El PSOE es un ejemplo.


Tercera palabra: Las.

Las también me habran votado, digo yo,

así que soy feministo. Más aún

¿Barbijaputa? Ministra.

De Justicia: ¡Ni sí! ¡Ni no! ¡Sino todo lo contrario! ¡Ni sí! ¡Ni no! ¡Sino todo lo contrario!

Ya está bien de dictadura turbocapitalista. Ni sí es sí, ni no es no, sino todo lo contrario

¡Sino todo lo contrario!


Cuarta palabra: Primarias.

Ese es el nivel de estudios del país

que aspiro a gobernar.

De gente trabajadora. De gente comprometida

con su trabajo, su gente, su país.

Que no se pregunten cosas, que solo se las respondan,

un país de gilipollas, sí,

yo aspiro a gobernar un país de gilipollas

y el país, que es lo difícil, ya lo tengo,

ahora me queda lo fácil:

gobernar.




ACTO SEGUNDO

Donde Pedro Sánchez, a la mañana siguiente, reflexiona y traza su hoja de ruta hacia la Moncloa.


Discurso segundo


Me habría gustado más

llegar andando a Ferraz

como Macron a la urbe

de París. Ese tipo.

Ese es el tipo de cosas

que debemos mejorar.

Y me pienso hinchar a trajes,

paga el partido, porque un líder

debe vestir según los que le han investido.

Y es una carga, aunque uno esté fornido,

y no lo debo pagar. Urge pues ya, contratar

a un jefe de protocolo que sea un poco potro loco

porque yo tengo una percha que me permite arriesgar.

Y a un técnico de sonido

para que meta más ruido si me lío o me equivoco,

y a un iluminador

que lo llene de penumbra

todo a mi alrededor.

Habré de afilar mi espada,

hace mucho que no lucho

cuerpo a cuerpo

con ningún empotrador.


Sánchez se asoma a la calle y escucha un rumor:


Cuanto peor mejor para todos

y cuanto peor para todos mejor.

Mejor para mí.

El suyo,

beneficio político.


Il suo beneficcio político.

Diabólico. Mejor, maquiavélico.


Mejor para mí, es decir, mire ushté,

para ushté. El suyo, su

beneficio,

en napolitano mafioso, il suo,

mejor para mí, cuanto peor.

Cuanto peor para todos, mejor para mí,

no para todos, no, mejor para mí,

pero no yo, ushté...

mire ushté, a ver si me explico, es muy sencillo:

cuanto mejor para mí, oshea, ushté...

osea, oshea no, no O'Shea, Paloma, shí, la viuda,

shí que no, que esha no,

no O'Shea, osea, no Paloma, gaviota,

nononononó, pará pará parara pará,

para que me pierdo, osea, se pierde

- yo eshtoy hablando por ushté,

no soy yo el que habla, hablo yo

como si yo fuera ushté,

( que por cierto, si yo fuera ushté

retiraría la moción,

porque me beneficia a mí;

mi [ este sí ] beneficio, no su

beneficio,

el suyo, il suo beneficcio, no,

el mío, ahora sí, mire ushté, ahora sí,

antes no, antes su

beneficio

político... ) -

si yo fuera ushté dejaría la política en manos de los políticos,

de la retórica ya me encargo yo,

mejor para mí, pero no,

mejor volvamos a ushté:

ushté tiene una máxima,

dice así:


Cuanto peor mejor para todos

y cuanto peor para todos mejor.

Mejor para mí.

El suyo,

beneficio político.


Me explico?

No el mío, el suyo, su

il suo

beneficio

político,

mí,

yo...

¡mire ushté!


A Sánchez se le desata el cogito.

Frente a él estamos todos.

No osamos darle la espalda,

pero habré de contener el flanco zurdo

y a Pablo Eldepelolacio

Estandarte Proletario

cuyo empuje me amenaza.

Pues el banderín de izquierda

no será nadie

sino yo:

ni la podemita turba

ni el cuñao de Barcelona

seré yo el banderín de enganche

o no será.


¡Seré yo! ¡Seré yo!

¡Seré yo quien derrote a la tragona,

por San Jordi!


¡No es no! ¡No es no!

Libro, rosa, libro.

Rosa, libro, rosa.


Sí es sí.

Seré Yo.



ACTO TERCERO

Donde Pedro Sánchez al fin depura al partido.



En las mazmorras de Ferraz

Pedro Sánchez, embutido

en un traje, y Patxi López,

semidesnudo, sudado,

ataviado con un mero peto negro,

blande un látigo y le adosa

un gran consolador rosa

a un mecanismo gótico

en su mecanicidad.

Un balancín impoluto,

una bicicleta estática

invertida y redundando,

un mecano quasi-lúbrico

puesto ahí por Zapatero el Criticado

cuando había que conciliar.

Ambos tipos interrogan

al astuto idealista,

juventudes socialistas del País Vasco,

y víctima del terrorismo

Don Jorge de la Madina

pero este se resiste.


¡Confiesa!

¡Le trovas a Rubalcaba!

¡Aún cantas a la vuelta de Felipe!

¡Maniqueo, bipartidista!


Todo el mundo pasa el filtro

y aquel que no, si confiesa,

si delata a una princesa arribista,

puede volver a la base,

reintegrarse a la cadena de tracción

como último eslabón.

Solo un modo hay de lograr la redención y es la traición.

Aunque todo tiene un fin.

Reconciliar al partido,

buscar las siglas perdidas

para volverlas a unir.

La S, la P, la E...

las perdidas esperanzas de la O.


Secuestrada por la N en el monosílabo NO.

La palabra más malvada, el inefable sonido.


¡No es no! ¡Sí es sí!

¡Ni sí es sí, ni no es no, sino todo lo contrario!

¡Ni sí, ni no, sino todo lo contrario!




ACTO CUARTO

Donde Pedro Sánchez se encuentra de pronto en la presidencia.



Discurso tercero


Nos hemos puesto de acuerdo,

menuda altura de miras,

y Mariano derrotado se retira.

La censura sí prospera,

el futuro me ha llamado.

Lo voy a petar en Europa,

ya veréis cuando pactemos

con el partido hermano

con el otro Pablo Iglesias

y la yunta de Podemos.

Pero es que aún no pactamos.

No pactamos con Podemos

y ya el tiempo está pasando

ya la gente se resiente

y los pactos quedan lejos.

Habrá que echarle arrestos

gobernar la circunstancia

volverá a votar el pueblo

otra vez y otra y otra

hasta que salve a la Patria

La derecha queda lejos, se divide.

En el congreso Abascal con cincuenta mamelucos

y Casado casca. El problema catalán

que siga en pausa. Votemos.

Y ganemos o perdamos,

pactemos y gobernemos.


Sánchez y Eldepelolacio

se abrazan en el congreso:

¡Un abrazo, compañero!

¡Y a Errejón dale un beso !

Han sido meses difíciles,

pero todo está olvidado.

Serás mi fiel escudero,

mis molinos tus gigantes,

ya verás qué bien va España

¿A que desentierro a Franco?

A que la lío, ¿qué no?

Trae un helicóptero.


Vamos a hacer un gobierno

con cuatro vicepresidencias,

porque yo como presidente

siento que valgo por cuatro

tantas veces he ganado,

han confiado en mí tanto

todavía sin hacer nada,

españoles y españolas...

todita la españolada.

Tú tendrás la principal presidencia

la social, ¿no dices que te interesa?

Ahí enchufas a los tuyos

y os ponéis a no hacer nada

que ya sois lo principal.

Si no te gusta, chitón,

que ahora has perdido los votos

para hablar cuando hablo yo

y han entrado los de VOX,

así que a sable con ellos

tú eres rojo ellos son negros

yo soy rosa de san Jordi

retírate ya, Eldepelolacio,

si no quieres que saque a Patxi.


¿Dónde está el escribano?

He de decir un discurso

con un casco blanco puesto

y una chaqueta de ante

con codera, una que tengo

regalo de Malú y Rivera

qué pena lo de ese chico,

¡que se joda!

Qué pena lo de ese chico.

¿Y mi discurso?

Lo quiero decir ahora.

¿A que lo digo?

Ya está aquí el escribano,

Pedro, tranquilo.

Yo estoy tranquilo.

Tranquilo.

Yo estoy tranquilo.

Tranquilo.

Escriba escribano, escriba

no lo voy a hacer yo todo,

estoy en mi pensamiento,

no se lo voy a ir diciendo.

Piense en España, y piense

en el partido socialista:

en sus mujeres y hombres,

en sus hembras y varones,

en Venezuela no piense,

piense en la gente joven

que ahora se asoma a un futuro

y piense en esos mayores

que recibirán los frutos

y en los que ni están ni se han ido

en los que son aún sin estar,

como pagando pensión por habitar

el civilizado olvido -¿Es de Sabina, esto? ¿O es mío?-

No basta con no olvidar

hace falta recordar

pasar por el corazón y la memoria

a los que segó la guerra

y agostó la desmemoria

Hacerles un homenaje y todo eso,

¡Pongamos unas medallas!

¡Quítenselas a Billy el Niño!

Escribano, deje eso,

escriba un pregón de Fallas,

que mi mujer quiere vestirse de fallera y visitar a la Oltra.

Escriba un prego festivo,

lozano, desenfadado,

y sobre todo cristiano.


Aparece un mameluco hípster.


¡Presidente, un cable urgente!


Pedro Sánchez, circunspecto

inspecciona la misiva

¡Es de la OMS! ¡Qué querrán estos!


ACTO QUINTO

Donde Pedro Sánchez se enfrenta con la Pandemia.


Madre mía, qué movida.

Maldito coronavirus

que ha venido a retratarme.

Siendo yo viralizable

por mi porte y fotogenia

debería haber previsto

semejante contingencia.

¡Pues no estaba preparado!

Y el Preparado tampoco,

pero dejemos el tema,

que no se entere Hacienda.

Somos todos menos él,

pero qué se le va a hacer.

¿Será posible este virus?

¿No pudo caer en Mariano?

A lo mejor le cayó y calló la boca,

él, tan gallego y Silente

no le dijo nada a nadie,

por eso porta un cayado cuando anda por la calle.

Vaya prisa. En chándal y sin mascarilla.


A lo que vamos, ¿Cuántos muertos eran hoy?

¿Y en Australia? ¿Solo?

¿Cuántos en Nueva Zelanda?

¿Y en Damasco?

¿Y en el barrio Salamanca?

Me tengo que ir a Bruselas,

se lo dejo en buenas manos.

Repámpanos menudo stress,

tráiganme a un mago

él sabrá lo que hay que hacer.


Entra el doctor Simón.


¿Cómo están ustedes?

¡Bieeeeeeeeeeeeennnnn!

¿Cómo están ustedes?

¡Bieeeeeeeeeeeeennnnn!


Hola don Pedrito.

Hola don Simón.

¿Pasó usted ya por La Paz?

Por La Paz yo ya pasé

¿Tenían EPIS?

Ni a Epi ni a Blas vi.

Adiós don Pedrito

Adiós don Simón.


Esperemos que no dure,

muera sola la pandemia,

porque este es tan flacucho

como Eldepelolacio

y no creo que duren mucho.

Y a mí las tareas robustas

siendo solo me disgustan

A mí lo que más me gusta

es que sea como en Netflix,

un agobio controlao

y algún socio socialista

que se le note implicao,

o alguna socia.

Yo es que soy el Secretario,

general, mas secretario,

y tengo que delegar.

¡Que nombren más delegaos!

¡Más flacuchos!

Más flacuchos, delegaos, muchos.


Me voy para la Eurocámara

de las loras y los lores

a ver si me saca alguien

la sonrisa latin-lover.

Me tumbo a la presidenta de Alemania,

¡Ángela, por España!

Me dejo con el de Holanda,

y al de Italia le masajeo la espalda.

Yo soy como mi gobierno,

mi gobierno es como España

y España es como los europeos

con más virus y sin camas.

Comparto cama con ellos

y les toso entre las sábanas

y si no les saco un pacto

les contagio por lo menos.

¡Ángela! ¡Piensa en Mallorca!

Hay que pagar esos sueldos.


Poco a poco Pedro Sánchez se incorpora.

Se tropieza con Marlaska

que está durmiendo en el suelo

abrazado a una modelo

y se da con el Duque del Espacio en el pasillo.

¿Qué ha pasado, Pedro?

Y dice el Duque:

Casado se ha dado un Houston, Pedro,

you won, we won ¡Ganemos!


Gané

porque resistí,

resistiré la resaca

se dice Sánchez a sí.

¡Escribano, escribe esto!


Y así es que lo escribí.


Y colorín colorado

también, se termina el cuento.


Por lo menos de momento.



*Soleá, Manuel Machado

Te sentirás solo


Estás empezando a leer esto.

Cuando lo leas te gustará.

Te dirás “qué bien dicho”, “qué gran verdad”,

pensarás que soy

un poeta:


Qué cabrón, cómo ha visto el sentido

de la situación, qué fino. Con un trazo ha captado

la realidad.”


En ese momento buscarás a alguien que creas

que también al leer esto podría pensar lo mismo.

Cogerás al primero que pase y le dirás, “mira,

lee esto, detén tu vida, te merece la pena”.


Y te quedarás expectante ante la otra persona

mirando a sus ojos mirar estas líneas.

Tratando de saber qué pasa

por su cabeza. Como yo


me quedo ahora.


Te parecerá eterno el tiempo que durará su lectura.

Repasarás el texto sobre su hombro dos veces.

Reunirás argumentos para contrarrestar una absurda

opinión negativa. Empezarás a odiarle justo antes

de que por fin termine. Cuando levantará los ojos y sonreirá

desconcertado, cómo diciendo “¿qué?” o algo

parecido. Y en ese momento te dirá: “mola,

no lo entiendo del todo, está bien, un poco

raro.”

Y te sentirás solo. Como yo


me siento ahora.

Es



Es como masticar agua

albaricoque

luz dulce.

No sé dónde leí

No sé dónde leí

que hay reflejo en el fondo del agua

tomé mi peso y me rodeé de líquido.

Allí no vi nada.

Solo al salir recordé lo que había leído.


¿Recuerdas tú lo que te dije?


Yo no lo sé, está

en el fondo del agua.

anagramillas de abascal



La basca sigue a Abascal

porque le admira

le admira porque es Abascal

si no

le perseguiría.

La basca quiere matar a Abascal,

no lo sabe todavía.


Abascal se saca bla tras bla de la boca

blablablablá dice Abascal a la basca

pero todos llevan cascos

blancos

inalámbricos

y están escuchando ruido

también blanco.


La casa lab la arregló Monasterio,

la arquitecta de Abascal, casas de

laboratorio,

planos curvos, lofts y más de una casa lab


Oírle es ab-ascal, como entrar en una cuadra antes de entrar.

Al lao del asco, ab-ascal


A mí casablanca me encanta

me encanta su blanco y negro

y su gris.

Abascal no capta el gris, es bicolor.

No la ve nunca, no la entiende.

Nunca Abascal, siempre

Casablanca.


A partir de mañana


A partir de mañana se permite

deambular por la calle libremente

se permite

encaminarse a un propósito.

A partir de mañana.


A partir de mañana se permite

afluir a las tiendas y comercios

se permite

descambiar los artículos.

A partir de mañana.


A partir de mañana se permite

ir al bar y consumir las cervezas

se permite

utilizar el baño.

A partir de mañana.


A partir de mañana se permite

Desplazarse al trabajo en el transporte público

Se permite

adquirir in situ

A partir de mañana.


A partir de mañana se permite

acudir a las peluquerías

se permite

vestir luto

A partir de mañana.


A partir de mañana se permite respirar.


Sigue sin estar permitido

vivir.


vive







Haz la prueba: escucha una sinfonía
de Bruckner
o de Brahms
o siete lieder de Mahler o
un ballet de Manuel de Falla, o algún
interludio de Carmen,
de Bizet, o
de Cavallería rusticana,
de Mascagni.
O busca el requiem de Verdi. Atrévete
con Stravinski, no te vayas más allá.

Toma asiento junto a una taza de te hasta los bordes de te.
Alza un pie y sube el otro, altera tu centro de gravedad,
pon bien la espalda.
Utiliza una silla y un cojín, por ejemplo ¡Ah!
Y una manta.
Que tu asiento sea mullido. Nota la perfección.
Que tu conciencia se imbuya de la música
que arda el aire y te alimente hasta que veas
el momento como un único sonido.
Satori, pero cómo mejorar tu mundo
un paso más, planea tu acción:

beber de la taza de te
¡Espera!

No la cojas todavía, piensa un momento,
oye el acorde, la progresión, la cadencia, la re-
capitulación.
Sigue el ritmo.

Puedes ahora empezar tu movimiento.
Has visto los rumbos
del éxito y de la inundación.
Has visto el diluvio
del te hirviendo en tu vientre,
en el sofá nuevo, has visto
caer la taza lentamente hasta el suelo
romperse el recipiente verterse el te.
Has sentido el dolor del agua ardiendo
en la finísima piel de tu ombligo,
has previsto las pomadas,
la obstinación de la herida,
el ruido que va a interrumpir el ritmo y la melodía
la posibilidad, sin moverte,
de la muerte.
Ese cariz de ausencia es el Nirvana, nada más.

Sigue sonando la música. Describe tu sensación
subjetiva, emocional, basada en nada
de ser uno con el todo.
Como silencio y sonido siempre en mutua reflexión.
Te apela a ti cada nota y cada pausa,
es tu causa, tu
alteridad, tu
¿y por qué no?

Eres un solo de chelo como una nave espacial
atravesando la farsa de los violines segundos.
Fugaces por la ventanilla ves los adornos melódicos y
contrapuntísticos,
orgullo de los primeros.
Se nota en el cuerpo la contumaz turbulencia
de contrabajos y violas.

Una pared de metal acumulando la luz:
trompas trombones trompetas, el flautín, que es como un brillo azulado de alguna estrella polar,
y tiritando, a lo lejos, los triángulos.

Tú que te ciñes y avanzas sin saber bien si eres libre.
O tú, o tu circunstancia;
escuchas las altas del chelo a hombros de los otros chelos
y luego escuchas las graves apoyándose en el suelo:
do mayor.
Tu melodía está escrita y tú te palpas los bolsillos del rubato
imploras el ritardando
preguntas por el calderón
vives ad libitum.
Te
andante maestoso.


O puedes tomarte uno
instantáneo ante la tele.

Apolítico.








FASECERO

Vaya bien que huele en la calle. Huele a polen por un tubo. Está el ambiente impoluto, cristalino. Está el aire que apetece bebérselo uno en un crótalo o algo. Ya es primavera en verano. Ya el holocausto de los mosquitos. Ya los vencejos ¿o eran las golondrinas? Ya las aves rapaces poniéndose tibias. Ya por fin cocaina. Ya la visibilidad que se ve de Madrid, el crucifijo. Se ve la sierra toda recortadísima, inmensa silueta fractal para nada ilusoria. Luz ultra-diluída. Se ve hasta el mar, como en un espejismo. Es real, a la velocidad de la luz nos plantamos en Torremolinos.

FASE1

Propagamos COVID19 pero no pasa nada. Ya la muerte ha matado a los viejos que sobran. Ya abrazamos el luto. Ya entonamos el son del non plus ultra. ¡Mascarilla! Resbala a los labios, a la barba, al blazier, al suelo. ¡Todo el mundo al suelo!
He contraído un bigote ¡Halterofilia de miras! Vamos a cagarnos en Dios todos a la vez, a ver si nos oye. Vamos a cagarnos los unos a los otros ¡Ya estamos hartos, joder. Vamos a ser lerdos!

FASE2

Vaya bien que huele en la calle. En la calle huele a compañerismo. A una tarde de mayo en las Ventas. Al cajón de zapatos de golf. Acabo de accionar el claxon. Llevo un Polo coupé de los antiguos. Me han mirado unas chicas que iban en un SEAT Ibiza, era blanco, tenían el pelo superliso, pero no me fío. Mi tío detrás, en el Land Rover del Aire. Su general se hace el Murdock. En el fondo a él qué más le da, si es marqués y tío segundo del FucKing Size. Viejo zorro, menudo hijo de puta, ese vende a su madre por España. Gente fetén, españoles de riesgo, gente que está dispuesta a vender por España a su madre.
Gente que grita “¡Viva España!” mientras contrae el virus
que las remata.
Qué culpa tendrán ellas de ser madres de hijosdeputa. Qué culpa van a tener si no salieron de casa ni a pensar porque en todas las puertas de su casa y de su mente había un portero: un padre, un cura, un tío. Un hijodeputa. La madres votan a VOX como no saben beber. ¿Pero esos hijos que engendran bloques de cemento?
Me encanta la navidad y la semana santa
voy a los toros y al fútbol,
vivo de papá o de papo
voté al pp hasta que se fue Aznar
voy a cenar a Ciriaco”.
Y Taburete qué.
Qué me decís de Taburete.
Todo es robado: letra, música, actitud y equipo.

FASE3

He tenido unos minutos fascistas. No lo niego. Salí al balcón mosqueado. Tenía ansia de igualdad, me nacía una sonrisa de fastidio y de superioridad cuando escuchaba la radio. Yo, si tengo que optar por un lado me considero de izquierdas. Si tengo que optar, pero no tengo que optar, no sé si me entiendes. Igual voto a Ciudadanos. Soy liberal. Liberal de izquierdas. Protón negativo, armónico aural, infrarrojo, silencio estruendoso, ¿sabes cómo te digo?
Apolítico.
Conmigo no vas a poder discutir, hace un tiempo precioso, si en el fondo estoy de acuerdo contigo, si tú y yo somos del mismo equipo. Vaya día que hace. Sale el sol por la cara y la cruz, por babor y estribor, por doquier, por Antequera. ¡Vaya aire! Se me sale una marcha de granaderos a través de la FFP3. Tenía que haberme traído el tricornio. Para respirar mejor, para expulsar todo el CO2. Cómo me ruge el coche, cómo loleo el himno, cómo cojo la COPE, cómo me siento yo mismo ¡Viva España! No sé lo que me digo ¡Viva España! ¿Has visto qué ruido? ¡Viva España! ¡Y La Virgen! ¡Viva España! Aunque la hayamos vendido.

Dónde está mi puto teléfono








I 

Me gustaría saber dónde está mi teléfono.
Llevo una hora buscándolo y no lo encuentro.
No encuentro mi teléfono.
No encuentro mi teléfono.
(Lo estoy buscando).
Estoy buscando mi teléfono desde hace una hora pero no lo encuentro.

He mirado en la nevera.
Primero miré en el baño y en la habitación y en el salón y en el baño
y en la cocina y en el armario empotrado donde guardo la ropa.
En mi casa solo hay un baño, pero he pasado por el pasillo en una y otra dirección mientras buscaba
y en el pasillo está la puerta del baño y he mirado dos veces.
He mirado dos veces el lavabo y la taza y la banqueta
y las esquinas de la bañera
y el espejo. El espejo vale por dos, así que lo he mirado cuatro veces.
Hace un par de horas sentí frío en la espalda y fui al armario empotrado a buscar una chaqueta.
He buscado ahí.
No creía en realidad que me lo hubiera dejado en el armario empotrado
no suelo dejármelo ahí, no me sonaba habérmelo dejado
pero he mirado
por si estaba
pero no estaba.
No estaba ahí, mi teléfono,
en el armario empotrado.
He mirado en la cocina antes de mirar en el salón y en el baño.
He mirado en la cocina porque en la cocina sí suelo dejármelo.
Me lo suelo dejar después de comer, o de cenar,
y tengo que volver a buscarlo cuando ya estoy sentado en el sofá.
A veces me lo dejo después de desayunar.
Y tengo que volver a entrar en casa cuando ya he salido a la calle.
Siempre me doy cuenta nada más salir
si me he dejado mi teléfono.
Pero tampoco está aquí
(escribo esto desde la cocina)
así que salgo al salón y miro sobre la mesa y en el sofá
levanto los cojines y veo de todo menos mi teléfono.
Hay dinero y lo dejo ahí. Sigo buscando mi teléfono.
Lo busco debajo del sofá y sobre el televisor.
Me quedo callado por si vibra.
Sí, me llamo a mí mismo desde el teléfono fijo.
Sí, tengo teléfono fijo.
Solo lo uso para llamarme a mí mismo cuando no encuentro mi teléfono.
Así que siempre que me llamo no me lo cojo.
No me cojo mi teléfono.
A veces lo encuentro así,
llamándome desde el teléfono fijo.
Esas veces me cuelgo.
Me cuelgo a mí.
Me llamo
y me cuelgo.


He entrado en la habitación con la total seguridad de encontrar mi teléfono.
He pensado que en el fondo siempre he sabido que me lo había dejado ahí.
He pensado que busco la emoción distópica de una vida postapocalíptica carente de teléfonos
y por eso dejo para el final el lugar donde sé que me he dejado mi teléfono.
La habitación.
También suele estar ahí.
Imaginaos
mi decepción.
Tampoco estaba.
He vuelto a mirar por toda la casa con otra mirada.
He mirado en el suelo y bajo los libros.
He mirado en los bolsillos de la ropa de invierno.
He mirado bajo la cama, y entre las sábanas.
He mirado en las esquinas de atrás de la bañera.
Y acabo de mirar en la nevera.
Como se me haya perdido para siempre...
Seguiré buscándolo eternamente. Tengo que encontrarlo.
Voy a poner en facebook si alguien sabe algo.
Voy a mirar cuántos seguidores tengo.
Voy a seguir mirando mi teléfono.
Voy a dejar de buscar


Voy a dejar de mirar mi teléfono.
Tengo que buscar algo, pero no recuerdo...

no recuerdo qué estaba buscando.
 
II

No recuerdo qué estaba buscando.
Estaba buscando algo.
Algo que buscaba y buscaba pero no encontraba.
Lo buscaba...
ya sabía yo que nada puede ser perfecto
estaba mirando mi teléfono, solo lo miro cuando no hago nada,
cuando ya lo he hecho todo,
cuando tengo un momento para mí
y para mi teléfono
y de pronto he despertado del ensueño en mi teléfono y me he dado cuenta de que estaba buscando
algo, aunque no recuerdo qué.
Estaba con mi teléfono y antes no sé lo que estaba haciendo
estaba buscando

¡estaba buscando mi teléfono!

estaba buscando mi teléfono
dónde está mi teléfono
dónde está mi teléfono
necesito ahora mismo mi teléfono
lo necesito ahora mismo
aunque se me haya caído y esté roto
aunque su batería se esté muriendo
quiero volver a ver a mi teléfono
quiero volver a ver sano y salvo a mi teléfono
mi teléfono, mi teléfono
dónde está mi teléfono
exijo que aparezca mi teléfono
reivindico mi teléfono
reivindico a los teléfonos del mundo
os reivindico
teléfonos del mundo, uníos
un fantasma recorre mi casa, mi teléfono
no está no aparece, mi teléfono está, pero no aparece
está oculto mi teléfono
está ausente
se ha ido
¿se pueden ir los teléfonos?
El mío sí
o eso parece.
Cómo puede ser
si lo tenía conmigo
si no me separo de mi teléfono
Mi teléfono es para mí como un padre
enfermo, como un hijo,
como su cargador,
como los cascos.
Qué será de los cascos ahora
a esos seguro que me los encuentro
qué sonidos retransmitirán, qué blutuz parasitarán
mis cascos queridos
mis cascos que no desenredo
porque no son nada sin mi teléfono
sin mi teléfono los he perdido a ellos también
el cargador irá a parar a un cajón
los cargadores que cargan la nada están condenados
se imaginan que están bajo la mesa camilla,
o junto a la cama
cargando teléfonos
en ese cajón
que es su eternidad.
Ellos, capaces de cargar una lámpara que ayude a buscar mi teléfono,
ellos, que podrían cargar mi teléfono tanto que me llamara a llamaradas
me diría señales de humo de despedida mi teléfono
me diría no pasa nada
el mundo está lleno de teléfonos
he subido a la nube tus archivos
mi cuerpo era solo un vehículo obsolescente
mi batería se apaga
conserva mi número
pero su cargador deja de ser, desaparece
sus contornos se difuminan sin mostrar impedancia
los cargadores no son si no cargan.
Descansan su carga en un cajón.
Dios, mi teléfono está en todas partes.
Barriendo el espectro, sincronizándose.
Dando su posición, pero yo, homo sapiens,
animal sublumínico,
no lo percibo.
Incluso lo olvido.
Lo dejo un rato.
Ya volveré.
Ya volveré luego con otra mirada.
Con un nuevo buscar.
Necesito desconectar, voy a mirar
mi teléfono.


diamante o párpado

Acaso  el preciosismo  en la poesía   dependa  de la joya en la mirada: si es un diamante o un párpado,  es decir, si multiplica u opaca. Te...