El 31 de diciembre, entre vino, cervezas y polvorones alguien habló de buenos propósitos para el 2008. Dejar de fumar, y tonterías similares. Yo dije: me propongo dejar de ser tan gilipollas. Entre los que me gustaría emular (esto es, copiar descaradamente sin pagar derechos de autor más allá de unas cervezas aquí, o unos cafés allí) tiene un sitio de honor mi amigo Bacanal Intruder, un artista que no les pone un marco a sus ideas. Las suelta como barcos de papel en la playa, sin saber si llegarán a alguna parte o se hundirán. De hecho sus amigos no sabíamos de sus discos hasta hace muy poco, lo que a mí me parece una mezcla de modestia, timidez y libertad impresionante.
Podéis escuchar algo de su obra en myspace:
http://www.myspace.com/bacanalintruder
Respecto a qué tipo de música hace, hace una música que a mí me sugirió esto:
No todo es tan malo desde ayer.
Bacanal Intruder me lo ha mostrado.
Quizá sea sólo un velo
de optimismo frente a mis ojos,
pero qué clase de infierno
permitiría un disco como Lulo.
Ese velo debe de demostrar algo,
no se pueden tejer velos así
en el Infierno, te lo impiden el calor
y los demonios.
Éste es un mundo más simple de lo que creemos.
Con calor, con frío, con demonios,
con pájaros y gente que canta como ellos.
Por allá, no tan lejos, alguien fríe un huevo para alguien y es feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario