
A mi hermano Jorge, en su cumpleaños
Él envejece en su burbuja
a la velocidad de un párpado
abriéndose por las mañanas,
a la velocidad de las corolas
amaneciendo, a la velocidad
del aire que no es brisa ni es viento.
Como la miel que cae de una cuchara,
como las estaciones intermedias,
como la lluvia empapa los sombreros,
como el silencio se contagia.
Él envejece en su burbuja y los demás envejecemos.
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