nos pasa a todos
nací, y eso fue caer en una arena movediza
de la que nadie me avisó ni en el umbral,
ni antes, ni después.
Tal vez no hay nadie a quien culpar,
no es un umbral,
sino una casa
que cae detrás de ti y que al oír su ruido ves
y crees que ha estado ahí toda la vida.
Nos pasa a todos, así que en este lado
somos hermanos al menos de ignorancia.
Y al bucear entre la arena aprendemos
a compartir el aire,
aunque sea una burbuja tan vieja como el mundo
mil veces saboreada por otros paladares.
Y cuando ya sabemos nos dejan ir
poniéndonos una pared delante...
o nos dejamos ir
cuando la vemos.
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Efectivamente.
ResponderEliminarTus imágenes son perfectas, tristes, pero perfectas.
Nená
¡Qué bueno!. Tan triste como el mundo real, pero menos que el mundo actual.
ResponderEliminarUn placer leerte Pablo.
Un abrazo