Busco
Busco la palabra
con la que empieza este poema
durante horas.
Cómo comunicaros
quién soy,
cómo informar de mí,
de qué manera reducirme a un papel,
a unas ondas sonoras,
con qué palabra comenzar
a estar en vuestra mente como estoy
yo
ahora
en la mía.
No soy mi rostro ni mi ropa ni mi voz
no soy esta postura que estáis viendo
ni soy
tan solo una palabra.
Cómo, en qué orden
dispondré
unas palabras como un mapa
que conduzcan hasta donde yo he llegado
unas palabras como un bosque sin senderos
pero sí con espacio, yo,
entre los troncos de los árboles
yo entre las ramas y las hojas
de los árboles
y entre los pájaros.
Unas palabras rodeadas de silencio
que yo soy también
unas palabras que no dejen pensar de otra manera
que como estoy pensando
ahora
aquí.
Yo me imagino a mí
en un espacio hueco
entre mi soledad, con ojos de sorpresa
por lo que he encontrado
de pronto.
Por qué puerta
se sale de mí a ti
por qué ventana o agujero
por qué grieta
llego yo
hasta donde me esperas tú
que estás en otra parte,
tú, que sigues tu camino
simultáneo al mío,
pero distinto.
Yo quiero conseguir cruzarme con el tuyo
precisamente en este punto, y tengo
que trazar un recorrido previo
a nuestra colisión.
Y busco
la palabra con la que comienza ese trayecto
busco la palabra en la primera curva
y empiezo ese trayecto
como una reconstrucción de los no-hechos
hasta que llego otra vez, y busco
atajos entre aquel aquí y éste
que me permitan circular
entre este hasta ahora y el de antes
con premura, sin perderme,
para que me convierta en guía
para que pueda sin desviar el mío
señalar el tuyo y llegues
y me encuentres
y seamos dos en este hueco
entre mi soledad
con ojos de sorpresa
y nos miremos y pensemos una vez
entre los dos la misma, al fin:
He encontrado lo que busco
Escribir
sorteando las obvias rocas con vigor,
sin freno,
al fondo divisando el mar
sin verlo, a saltos.
Sin saber cuál es,
ni cuán profundo,
poblado; agitado o sereno.
Escribir por ley de gravedad,
la mano accionando una palanca
levando la presa de la palabra.
Letras como lágrimas
que hubieran sumergido la mirada
por demasiado tiempo,
que caen como lágrimas
emancipadas de su córnea,
esferas de su luz,
aún, y sin embargo.
Yo sin mí que llora.
Todo el yo irrastreable que duplica mi energía
y revela su calidad de préstamo.
Intercambio con el día del día vítreo
que rezuma de la noche que es la carne.
Drenar el Paraíso.
Hacerlo para otros habitable.
Dentro del fruto está la semilla
y de la semilla el fruto.
Toda esa carne alrededor
también está dentro
toda esa piel, y el aire
y el universo entero de una vez
están dentro.
Dentro de la semilla hay
un universo próximo.
Si alguien pudiera, como quien acciona
un conmutador,
volver todo del revés,
sacar lo de dentro afuera,
meter todo lo de fuera dentro.
Si alguien pudiera,
como quien le da la vuelta
a un calcetín.
Le llamarían Dios, aunque su acción
no habría cambiado nada.
Todo está fuera y dentro,
tan próximo
que entre los dos extremos
solo hay tiempo.
fractales dioses
El Universo
es un circunloquio de la nada.
Lo digo en serio.
Entonces los poetas tenemos el deber
genético de escribir,
crear universos de la nada con palabras.
Los ingenieros han de construir
con materia y energía
en exactas proporciones máquinas
los arquitectos
puentes carreteras y edificios.
Los jóvenes han de amarse como flores entre el viento
meciéndose sin cuestionar la meteorología.
Todo el Universo es un conjunto de Mandelbrot
con personas por el medio.
mi padre / yo
Cuando toso oigo a mi padre
cuando me aclaro la voz
oigo a mi padre / a mí respirar
con mis bronquios de niño
tras la puerta
que él abría y agitaba las llaves
que oigo agitar cuando yo
abro la mía.
Yo soy mi padre otro día
no tan lejano del futuro /
yo soy mi padre cuando sueño
con mi futuro /
mi padre era yo cuando yo era pequeño /
era yo de pequeño cuando yo andaba
a gatas por los pasillos, lloraba
desde mi cuna.
¿Qué hiato se abre entre nosotros uno?
¿Cómo, para que fuéramos dos, se abrió la sima,
la discontinuidad entre nosotros
que nos obliga
a distinguirnos?
No es mi padre / no soy yo quien lo decide
hay una regla oculta bajo todo
que nos hace dos / tres / mil, infinitos
yo / infinitos ellos y entre ellos yo.
Mapas de carretera arrugados
que alguien / nosotros
interpreta como mundos
esféricos continuos
seguros
hice una foto
hice una foto
al helicóptero de la policía.
Era de día y disparé
a mucha velocidad.
Las aspas del helicóptero se detuvieron
y el helicóptero cayó
...
te amo como un loco peligroso
obsesionado con imágenes que no sé
si son verdad...
te recuerdo abrochándote un vestido
mientras me decías algo que he olvidado.
Tú casi nunca eres consciente en mi memoria
de que te estoy mirando
como aquella vez que te ataste los zapatos en silencio
y te esperaba sin querer que el nudo
terminara.
adultos
Pugnando por ser adultos
a los 37 años
mis amigos han tenido
hijos.
Se agarran a su trabajo
hablan en cortos cafés
monosílabos
que sustituyen a antiguas
conversaciones.
Y, como hombres, no lloran
aunque más que ganas
tienen motivos.
Reprimen sus gritos
abrazando contra su pecho
su niñez adulta con cara de
recién nacido.
pero con un bolígrafo
Con un destornillador
pero con un bolígrafo
pero rompiéndome las uñas
y como sea
le saco el marco a un espejo
uñas que arañan aire y luz
que dejan huellas dactilares
en el tiempo y sangre
en las imágenes.
Cosas que antes no estaban
y que recuerdo en cine mudo
sin musiquita.
Le saco el marco
a todos los espejos que me encuentro
hasta que son como reflejos
en las gotas de lluvia
porque no creo en romperlos
a cabezazos como si atravesándolos
los convenciera
de que me llevo la razón al otro lado.
Tras el espejo hay un espejo
que está diciendo azogue sin pensar.
Solo nosotros lo sabemos
ver
sin mirar.
como niños
Como niños, nos tratan,
jugando, cuando nuestro Padre avisa:
“terminaréis llorando”
y así es.
Lloramos de camino a nuestra casa
con el cráneo ensangrentado de uno de
cada diez
la moral alta mientras queda adrenalina
en el cerebro
mientras aún oímos rimas y apellidos
de políticos, banqueros, policías.
Pero la sangre cauterizada
la adrenalina disuelta
el eco difuminado
la noche de azul marino
las sirenas helicópteros
noticias de vandalismo
nos recuerdan al volver
por qué salimos.
Y las lágrimas se estancan.
Volveremos a salir
mañana mismo
y el estado cumplirá su profecía
otra vez
“terminaréis llorando”
mientras suelta la correa del fascismo.
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Son cosinas,
Tréboles
camino
Camino
hasta que no hay camino
y noto el suelo amarillo negro azul
en la paleta mestiza de las plantas de
mis pies
ardo y muero por el frío
piedras fango musgo
imagino que debo parecer un náufrago
del cielo
caído a tierra
o un loco que se aleja
(y estoy en un tren
o en mi cama respirando)
solo un rayo aparece en mitad de una
lectura
de una charla
o cualquier papel pintado de la vida
como si fuera una grieta
y es una grieta
y te grito que me sigas desde el fondo
no te miro porque no me hace falta
ya sé qué es lo que pasa.
Camino por una carretera que prenso entre las piedras
o debajo de las piedras
entre el polvo
y la luz.
es tan bonita
como ver atardecer a veces
cuando no sientes la deuda al ver al
sol darte la espalda
como el recuerdo de lo previo a la
victoria.
Miro el cielo y nacen pájaros
y flores y árboles del suelo
y entre todos crean la brisa
luego el viento.
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