Escribí un wasap para mi novia y lo envié al grupo del trabajo.
Al día siguiente me despidieron.
Entonces escribí un wasap para el grupo del trabajo.
Y se lo envié a mi novia.
Ella me dejó.
Les escribí un wasap a mis padres, pero se lo envié a mis amigos:
los amigos me echaron del grupo de wasap y fueron bloqueándome
a medida que leían mi mensaje,
aunque yo les escribí un último mensaje, que envié a mis padres,
por lo que mis padres abandonaron el grupo de la familia,
lo que cabreó a mis hermanos, que me echaron del grupo
(espero que entre ellos se wasapeen, por lo menos).
Deberíais probar a enviaros a vosotros mismos un wasap.
Yo lo hice el otro día, pero en vez de enviármelo a mí se lo envié a nadie;
así que ya no me hablo.
Yo no me hablo con tipos que ya no se hablan conmigo.
Un wasap es lo mínimo.
Si no te envían un wasap puedes dejar de hablarles,
porque es lo mínimo.
Aquel que te critica a tus espaldas te envía wasaps mientras te critica.
Y te pone emoticonos por tu cumpleaños para no pensar en qué más mentiras decirte,
porque sabe en el fondo que tú también sabes que te critica, así que qué más da.
Un puto emoticono. Pero te lo envía.
El que discute contigo por todo y se caga en tu padre cuando se va por el pasillo de la oficina
también te lo envía. Aunque sea para demostrar deportividad, para demostrar que es
un buen profesional. Para demostrar que eres tú quien no le traga.
Te envía el wasap para dejarte mal, pero te lo envía. Es que es lo mínimo.
El marido de tu prima te envió un wasap cuando estuviste en el hospital.
El vecino un wasap cuando la inundación.
El concejal cuando lo de aquel caso de malversación en la trama Púnica.
El poeta, cuando otro tuvo un acceso de pánico escénico.
Todo el mundo envía wasaps porque es lo mínimo.
Yo recibo wasaps desde que estoy en el trono fabricando un truño a las seis de la mañana.
Mis colegas juegan a ver quién madruga más, quién es el más pringao.
“Una foto del amanecer en Avilés lleno de humo y de rayos de luna”.
Una foto de un croissant recién descongelao y un café que describe una situación mágica
de calma de confort y de penumbra. De lo que te quita wasap.
Porque lo mínimo ha de ser incómodo como un traspiés, pero profundo
como una sima. Porque ha de atrapar sin solución a aquel que no repara en su destino.
Al que no haría nada o lo haría todo de no ser por wasap.
Al que flirtea con el todo como si la nada.
Wasap wasap wasap
wasap wasap wasap
De la mañana a la noche
20 wasaps por minuto:
tiempo digital, cronómetro del corpúsculo lumínico...
oh, wasap, mínimo común múltiplo, Divino Número.
Me voy a comprar un teléfono prehistórico, te lo garantizo,
te lo juro ¡oh, wasap,
agujero negro de lo poco humano que nos hizo únicos!