El ansia de un náufrago es la compañía,
somos náufragos
en islas repletas de náufragos.
El universo es el naufragio supremo,
cada ser vivo
una tabla a la deriva.
Sálvame, plural, de mí.
Es la oración
que Dios rezaba de niño,
que reza el hombre
ahora que el hombre es dios.
Sencillo, limpio, perfecto. Aunque sinceramente, creo que lo que ansía el náufrago es no escucharse, por eso se habla de compañía, para que hable otro.
ResponderEliminarNená
veo que andamos enfrascados en temas comunes.
ResponderEliminarbocaos y demás!
;)
Parece un poema escalera, o un poema suma, o resta, no, no, poema suma.
ResponderEliminarEs la polla. Y yasta.
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