Si muriese hoy
no creo que le diera tiempo al mundo a detenerse.
Obligado a evitar el cataclismo, girando,
mi muerte perecería entre los días de la historia,
como una flor entre las páginas de un libro.
Soy tan idiota que soy poeta,
y aunque me quieran mis amigos,
mañana sin mí, igual que sin cualquiera,
sería lo mismo.
Escribo:
un trébol sobre un espejo
queriendo tener seis hojas.
¡Hola Pablo!
ResponderEliminarÉchale un vistazo a este sitio, puede interesarte:
http://www.lulu.com/es/
Ciao
mola lo del trébol
ResponderEliminar