Observo anonadado al segundero.
Camina, luego el tiempo está pasando.
El tiempo es una sucesión de acontecimientos,
pero lo único que a mi alrededor acontece es su desvergonzado movimiento.
Dilapidando tiempo sin motivo.
-¡Detente! - Le grito, pero no me escucha.
Peor aún, el minutero lo secunda
en un inesperado motín de las agujas.
fugit interea...
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