Te veo y sufro mucho.
Yo no sé lo que me pasa,
pero me entra mucha hambre de tu cuerpo y mucha sed
de tus besos.
Y me duele la barriga,
y tengo frío en la espalda
y en las piernas...
y al respirar,
cada vez que expulso el aire
parece que me vacío:
se me va el alma por las narices
y venga a apretar el diafragma.
Yo sufro mucho;
siento correr la sangre por cada sitio...
lo paso mal al lado tuyo,
pero te vas
y no disfruto de nada.
Siempre pensando
en lo mal que lo pasaba.
ele
ResponderEliminar