En la ciudad hay diferentes niveles
de realidad, de superficialidad, de agitación
de las particularidades...
Hay pisos comunicados entre sí
por escaleras que se avergüenzan de serlo,
hay toda clase de arenas movedizas,
toda clase de grutas, de agujeros,
de alcantarillas...
diseños de falso suelo para que nadie se pare
a pensar; nadie lo hace:
pareciera que la gente sabe a dónde va,
nada más lejos de - aquí, ahora -
la realidad.
Sólo no he visto expendedores de tiempo,
intercambiadores de personas de uno a otro extremo de la calle,
los que van con los que vienen,
siempre con prisa por llegar al otro lado, no a aquel,
no a este.
La necesidad en pos de la gente.
-¿Policía? Hay un sujeto (quieto)
en la calle.
- Lo siento, no podemos hacer nada.
es la ley (de momento) si no sabemos
respecto a qué no se mueve.
Pero le vigilaremos. -
La mayoría solo son ecos de sus pisadas.
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