No estoy loco de rabia,
sólo un poco, sí, de pena.
Pero es más importante, mucho más,
la locura que la pena,
que la rabia.
Mucho más que la locura ajena.
Estoy loco de amor, y esa locura
es menos importante que el amor,
pero genera rabia,
genera pena,
y genera locura en los demás.
Estoy loco y parezco apenado.
Estoy loco y parezco rabioso.
Estoy enamorado.
Parezco loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario