
Eres una suerte de musa
que me habla al oído.
Etérea, y por encima de mí.
No puedo tocarte ni verte.
No puedo abrazarte,
y el nimio artilugio del que nos servimos
no suele tener mucha cobertura.
¿ Este día va a ser como ayer? ¿De llover y parar, parar y llover?
Si no fuese así, dejaría de ser una suerte de musa.
ResponderEliminarpor eso se ponen chinitos de la suerte en el móvil?
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